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Foto vehículo dañado por accidente

En España hay más de 28.000.000 de vehículos asegurados y el número de siniestros notificados diariamente es enorme. Por ello, hubo que buscar un sistema que simplificara y agilizara las gestiones, pudiendo aplicarse en los casos en los que se produjeran sólo daños materiales.

Las aseguradoras implantaron en el año 1.988 el convenio CIDE (Convenio de Indemnización Directa), que dos años más tarde fue complementado con el convenio ASCIDE (Acuerdo Suplementario al Convenio de Indemnización Directa) en ciertos casos en los que no es suficiente el primero. Finalmente, en 2002, para los siniestros que no quedaban contemplados en estos convenios se creó el sistema de tramitación de Siniestros SDM, que no es un convenio, sino un sistema informático de tramitación de siniestros de daños materiales.

Mediante estos convenios, la propia aseguradora del perjudicado es la encargada de tasar e indemnizar los daños, ganado una gran agilidad en la tramitación y resolución. Luego, la aseguradora del vehículo culpable deberá abonar a la contraria el denominado “Modulo de Compensación”, que es un importe fijo previamente establecido cada año, y viene a representar la media del valor de un siniestro. El importe del módulo siempre es será el mismo, independientemente del valor de los daños. Actualmente el módulo es de unos 900€.

El alcance actual de aplicación de estos convenios es de un 70% de los siniestros de daños materiales en el ramo de vehículos y no todas las aseguradoras están adheridas a estos convenios.

Para poder aplicar el convenio CIDE y beneficiarse del mismo es preciso tramitar el siniestro mediante la Declaración Amistosa de Accidente (DAA). Muchos profesionales del volante llevan siempre consigo un impreso de la DAA cumplimentado con sus datos principales (nombre, nº de permiso de conducción, etc.) para acortar el tiempo de los trámites en caso de accidente.